Adivinanzas musicales (1)

La adivinanza de José Luis Besada

 

El otro día, zascandileando por FaceBook, encontré esta adivinanza musical, de José Luis Besada con esta foto como pista, ¿cuál es la ópera a la que nos referimos?

Me hizo mucha gracia y la pasé a mi muro (ahora biografía). La cosa se fue enredando y salieron algunas más.

 


 

Las adivinanzas de Enrique Blanco

Título de una obra atribuida a Mozart.


 

Título de una ópera.


 

El vehículo de este caballero nos da una conocida pieza de piano.


 

Las adivinanzas de MartinDe

Título de una ópera.


 

Título de una sonata.


 

Título de un lied.

Smoke on the water: an invention. Enrique Blanco

 

 

English text

 

Video

 

Texto en español

 


 

English text

A little two part (not two voices!) counterpoint on the riff of “Smoke on the water”, by Deep Purple, in the form of an invention. The invention is a fugue-like type of composition. The idea is no more than a musical joke, very different from my usual music. I have thougt it for the piano, although I would be glad to make an arrangement for harpsichord (a very much rocker instrument to my ears!). I hope you enjoy the joke.


 

Video

A su auténtico tempo. In its real tempo

 


 

Texto español

Un pequeño contrapunto a dos partes (que no dos voces) sobre el “riff” de “Smoke on the water”, de Deep Purple, en forma de invención. La invención es una forma musical afín a la fuga. La idea no es más que una broma musical, muy diferente de mi música habitual. La he pensado para piano, aunque estaría encantado de arreglarla para clave, un instrumento mucho más roquero a mis oídos. Espero que la broma os divierta.

 

Músicos y cajeras de Mercadona

Difícilmente revelo algún secreto si digo que en España la profesión de músico suele estar mal vista: en general padres y amigos suelen intentar desanimarte y decirte que no tendrás futuro laboral alguno.

En ese contexto y en algunos otros oigo cada vez más “vas a acabar de cajera/o de Mercadona”. Ignoro si es que Mercadona emplea más cajeras que otros supermercados o es que sus condiciones de trabajo son especialmente leoninas. Tiendo más bien a pensar que es una frase hecha.

El caso es que la frase me indigna. Comprendo la crisis (la padezco, no menos que otros) y comprendo la necesidad de buscar un buen trabajo para vivir. Pero tengo una hija que va a cumplir once años. Le quedan probablemente otros tantos (o más bien más) antes de poder pensar en que acabe los estudios. ¿De verdad tiene que pasar ventitantos años para convertirse en una pieza más del mercado laboral? ¿Ventitantos años sin darse un gusto intelectual para luego trabajar hasta los sesenta y siete? ¿Puede que entonces, en la jubilación se le permita tener alguna curiosidad?

Discrepo con tal forma de pensar. La vida es para vivirla, y el trabajo es para sufragarse la vida. Ahora dicen mucho los políticos que no estamos preparando a la gente para el mercado laboral. Quizá es que no queramos eso sino preparar personas para que vivan una vida plena, de la que el trabajo sólo sea la parte alimenticia.

Un ejemplo de las frases que suelen oírse por la televisión: “hizo la carrera de físicas y trabaja de camarero/a”. Eso me hace preguntarme si los camareros no tienen derecho a saber del funcionamiento del mundo, o si los misterios de electrones, protones y otras partículas elementales les están vedados. ¿Deben ejercer de camareros y al llegar a casa empaparse de fútbol y programas del corazón? ¿Les está permitido leer un libro o tocar un instrumento musical? ¿Pueden dedicar parte de su ocio a comprender y disfrutar su propia persona? ¿O el sino de ser camareros ya les incapacita para ello?

Queridas madres, queridos padres. Que vuestros hijos sean felices. Nadie sabe cómo será el futuro laboral en unos años. Procurad que los jóvenes tengan un interior rico, que les ayude a ser flexibles y a gozar de lo que tengan. No que se conviertan en el arquetipo platónico de la cajera de Mercadona. Y en ese sentido, ser músico es una ayuda extraordinaria. Algo que siempre te llena y que no se agota jamás.


Nota de un poco más tarde: no se si he dejado claro que no tengo nada contra las cajeras de Mercadona. Las del que está al lado de mi casa, así como el único cajero, son enormemente amables y competentes. Estoy precisamente en contra de que se las use como sinónimo de un destino horrible. Destinos horribles son los que así consideramos. Y estoy convencido de que una cajera de Mercadona que llegue a casa y se ponga a tocar el oboe, leer un libro, o elucubrar pinturas es más feliz que un oficinista que se lleva el trabajo a casa.

A tribute to Terry Pratchett: “From DiscWorld's Folklore”, for piano duet

English text

The videos/Los vídeos

Texto español

English text

Perhaps some time Sir Terry Pratchett will hear these pieces. If so, I hope they make him smile. The entire cycle, as well as the last piece are dedicated to him.

 

I am, usually, a serious musician. Any serious musician will tell you how much you need humour to survive this world. Much more if you are a composer. Many times the delightful books of DiscWorld, with their wisdom and humour have sustained me.

 

This is not the kind of music I use to write: for these pieces, I have imagined some folk music of Discworld, as a classical musician could have arranged it for two pianos (I like to imagine the work been performed by André, the policeman and the Librarian).

 

The MIDI sounds are, as always, terrible (as my English, I am sorry to say). If anytime the works are performed, I will upload the videos.

 

My apologies to the people whose drawings I have taken from the Internet: I only tried to pay homage to Terry Pratchett, no money or any other kind of profit will come ot any of this.

 

 

List of references in “From DiscWold’s Folklore”
1.— Totentanz Dies Irae
Death’s Conga
The harp from Llemedos
Death’s conga
2.— Klatchian dances The Great Nef
Nocturne in Howondaland
Djelybabi
3.— Portraits The great A’Tuin
From Cohen’s youth
The Unseen University

 

 The videos/los videos

Texto español

Quizá alguna vez Sir Terry Pratchett escuche estas piezas. Si es así, espero que le hagan sonreir. El ciclo entero, así como la última pieza, le están dedicadas.

 

Soy, normalmente, un músico serio. Cualquier músico serio os dirá cuanto humor se necesita para sobrevivir en este mundo. Mucho más si eres compositor. Muchas veces los deliciosos libros de MundoDisco, en su sabiduría y comicidad, me han ayudado.

 

Esta no es la clase de música que suelo escribir: para estas piezas he imaginado música folklórica de MundoDisco, tal como un compositor clásico podría haberla adaptado para dos pianos (me gusta imaginar la obra interpretada por André, el policía, y el Bibliotecario).

 

Los sonidos MIDI son, como de costumbre, terribles. Si la obra se interpreta alguna vez, subiré los vídeos.

 

Mis disculpas a la gente cuyos dibujos he tomado de Internet: sólo he tratado de homenajear a Terry Pratchett, sin ningún propósito de beneficio económico o de otro tipo.

 

Lista de referencias en “Del Folklore de MundoDisco”
1.— Totentanz Dies Irae
Conga de Muerte
El arpa de Llemedos
Conga de Muerte
2.— Danzas klatchianas El Gran Nef
Nocturno en Howondaland
Djelybabi
3.— Retratos El gran A’Tuin
Las mocedades de Cohen
La Universidad Invisible

Del Folklore de MundoDisco (y 3): Retratos, para dos pianos. Enrique Blanco

Terry Pratchett, el genial creador de MundoDisco

Termino, por ahora, con estas piezas dedicadas a un imaginario folklore de MundoDisco. En esta ocasión visitaremos al Gran A’Tuin, el poderoso astroquelonio sobre cuyo lomo descansan los cuatro elefantes que sustentan MundoDisco; veremos algo de las mocedades de Cohen el Bárbaro y visitaremos la Universidad Invisible, donde los magos aprenden su oficio, y, sobre todo, a comer continuamente.

Una vez más, la intención de estas piezas es humorística, en forma alguna pretenden ser música seria.

Esta pieza está respetuosamente dedicada a Terry Pratchett, al que es difícil no releer incesantemente.

Una mención especial, por su continuo apoyo a Ludmilla González Dalmau (alias Yaya Ceravieja), dedicataria de la primera pieza de esta obra, sin cuyo estímulo, probablemente no hubiera tenido prisa alguna en acabar el ciclo.

Nyx, para flauta y guitarra. Enrique Blanco

La noche, de William-Adolphe Bouguereau

Nyx

Nyx, o Nix, o Nicte o Noche es la diosa griega de la noche. Según el mitólogo o autor clásico que la trate equivale a la oscuridad primordial que contiene el germen del universo entero antes de su creación o se reduce a papeles bastante menos lucidos, según el grado de alejamiento del matriarcado de la fuente del mito. Resulta atractiva la idea de una vasta potencia de material aún increado.

 

Nyx es recurrente en los temás órficos (no en vano es madre de Morfeo). Se asocia también a algunas de las manifestaciones más violentas de las creencias griegas, como Euménides, ménades, Hécate, etc… Pero sobre mi visión de la mitología hablaré después.

 

La obra está dedicada a las espléndidas intérpretes Alicia Garrudo Álamo y Pilar Abril Crusellas, que espero que la estrenen. Se divide en seis escenas que se tocan sin interrupción:

 

  1. Ménade
  2. Éremos
  3. Rito
  4. Ley de noche profunda
  5. Evohé
  6. Puerta de marfil

 

Midi

Creo que me equivoco poco si digo que los más de los compositores tenemos una relación de amor-odio con el MIDI. La mía en este caso es de odio semiprofundo. No sólo los timbres son poco realistas (los sonidos inhabituales no existen, los estentóreos agudos de la flauta quedan pianísimo, la guitarra queda muy pobre, no es tan dura ni tan dulce como puede llegar a ser, etc…) sino que la flexibilidad de tiempo que pido con frecuencia brilla por su ausencia. Lo que en el MIDI queda a veces muy parado, sé que será en algunos casos muy emocionante con instrumentos reales.

Mitologías

Supongo que para los lectores de Robert Graves en particular no es ningún misterio el hermoso mito de la Diosa Triple. Hace mucho tiempo que pienso que los mitos son más importantes para nosotros de lo que parece. Voy a citar a Neal Stephenson, que, hablando del mito de Atenea se explica con enorme eficacia en su novela Criptonomicón:

—¿Y tiene esto, pregunto otra vez, alguna relación con Atenea? —Si piensas en los dioses griegos como seres sobrenaturales reales que vivían en el monte Olimpo, no. Pero si los consideras como la misma clase de entidades que la Representación Root, es decir, un patrón de actividad neurológica que la mente emplea para representar cosas que ve, o cree ver, en el mundo exterior, entonces sí. De pront

o, los dioses griegos pueden ser tan interesantes e importantes como la gente real. ¿Por qué? Porque, de la misma forma que algún día puede que encuentres a otra persona con su propia Representación Root, si mantuvieses una conversación con una persona de la Grecia clásica, y él empezase a hablar de Zeus, tú podrías, una vez que te hubieses sobrepuesto a tu sensación inicial de superioridad, descubrir que tienes algunas representaciones mentales en tu cabeza que, aunque no las llamabas Zeus ni las representabas como enormes y peludos hijos de Titán que se dedicaban a lanzar rayos, sin embargo han sido generadas como resultado de las interacciones con entidades del mundo exterior que son las mismas que hicieron que la Representación Zeus apareciese en la mente griega. Y aquí podríamos hablar durante un rato de la Caverna de Platón, el robot de cocina de las metáforas, ¡corta!, ¡pica!
—En la que —dice Randy— las verdaderas entidades del mundo real son las cosas reales y tridimensionales que proyectan las sombras el griego ese y yo somos los desdichados encadenados que miramos las sombras de esas cosas sobre las paredes, y se da la circunstancia que la forma de la pared que yo tengo delante es diferente de la forma de la pared frente al griego…
—… de tal suerte que una sombra proyectada sobre tu pared adoptará una forma diferente a la misma sombra proyectada sobre su pared, donde las diferentes formas de las paredes son digamos la visión científica moderna frente a la antigua visión pagana. —Sí. Ésa es la metáfora de la Caverna de Platón. En ese mismo instante, un guardia chistoso, en el pasillo, le da a un interruptor y apaga todas las luces. Ahora, la única luz viene del salvapantallas del ordenador de Randy, que está ejecutando la animación de unas galaxias en colisión.
—Creo que podemos estipular que la pared frente a ti, Randy, es considerablemente más plana y lisa, es decir, por lo general ofrece una sombra mucho más precisa que su pared, y sin embargo está claro que él sigue siendo capaz de ver las mismas sombras y probablemente extraer conclusiones sobre la forma de los objetos que las proyectan. —Vale. Así que la Atenea a la que honras en tu medallón no es un ser sobrenatural… —… que vive en una montaña de Grecia, etcétera, sino más bien cualquier entidad, patrón, tendencia o lo que sea que, cuando la percibían los antiguos habitantes de Grecia, y era filtrada por su maquinaria perceptiva y su visión pagana, producía la representación mental interna que ellos denominaban Atenea. La distinción es muy importante porque Atenea-la-tía-sobrenatural-con-el-casco evidentemente no existe, pero «Atenea» la generadora-externa-de-la-representación-interna-que-los-antiguos-griegos-llamaban-Atenea debe haber existido entonces, o la representación interna no se hubiese producido jamás, y si existía en esa época, entonces es muy probable que exista ahora, y si eso es así, cualquier idea que los antiguos griegos (quienes aunque en muchos aspectos eran unos gilipollas, eran personas terriblemente inteligentes) tuviesen sobre ella probablemente siga siendo válida. —

No es la primera vez que trabajo sobre mitos ni sobre la Triple Diosa. En su momento escribí una obra para cada uno de sus tres aspectos (Kalí, Ratri, Inanna fueron los títulos de las obras). Y tengo el proyecto de si alguna vez dispongo de una orquesta hacer una obra más al respecto.

En todo caso han pasado más de veinte años de las obras aludidas: he tenido curiosidad por ver qué tengo ahora en la cabeza sobre los mismos temas. Y me he llevado la inmensa sorpresa de es música bastante diferente de la que suelo hacer: ritmos mucho más básicos, claras referencias modales, armonías guitarrísticas muy basadas en posturas. De alguna forma lo que pudiera ser equivalente, a su modo, a una música posible en un trasmundo (cada vez tengo más necesidad de esa palabra) en que Nyx fuera venerada.
Me tienta mucho reestudiar la serie completa de aspectos de la Triple Diosa para diversas combinaciones de cámara. Quizá por ello he atenuado en esta obra los aspectos más tenebrosos de Nyx y los reservo para otra ocasión, probablemente centrada en Hécate y Perséfone.

Prisma

Cada vez más algunos temas me resultan como el relato del elefante tocado por varios ciegos, en este caso me refiero a que diferentes puntos de vista, diferentes relatos, diferentes resonancias interiores, dan lugar a muy diversas perspectivas de lo que acaso sea una idea única. Por ello he preferido en este caso hacer una obra dividida en escenas breves, más capaces de dar una sucesión de imágenes. La linealidad y narratividad que tan típica sigue siendo en la música de Occidente me parecen en este caso inadecuadas. Éste es un tema del que tengo más que decir, y ya lo haré en algún otro artículo.