Alumnos: guía de avistamiento. 10— El alúmnulo libélulo

Alumnos: guía de avistamiento” pretende ser una serie de posts humorísticos acerca de algunos de los perfiles de alumnos más notables y característicos. No se inventa ningún dato ni tipo de alumno, ni hay intención alguna de ofensa. Procuraré ir alternando perfiles de alumnos “peligrosos” con el de alumnos maravillosos. Espero que os resulte divertido

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[pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]El alúmnulo libélulo lame lilas, lirios y liba alhelís. Pulula lábil la labia entre sus lóbulos. Lema laboral: ”ulula y lía al lelo doliente y docente”. Libéralo a los líos ilusos que su lira ilesa lía y alutaras su lápiz.[/pullquote]

Geografía: Segunda fila, casi sin excepciones. Cerca como para que el profesor repare en ellos, pero no tanto como para no poder compartir sus teorías con los compañeros.

Hábitos: Son alumnos con inmenso interés por la materia, pero escasa capacidad de concentración. Proponen ideas de forma continua, a veces muy válidas. Lo malo es que manifiestan una inmoderada falta de trabajo sólido para llevarlas hasta su fin.

Etología: En clase preguntan constantemente, lo que es muy bueno. Lo malo es que casi nunca sobre el tema que se está tratando. En sus ejercicios incluyen lo en que sus últimas lecturas o comentarios escuchados les ha interesado. El problema es que casi nunca se ajusta a lo pedido. Es casi imposible que acaben un trabajo, a mitad del que ahora están haciendo otra cosa llamará su interés.

Guía de caza: Es gente con pasión, por lo que casi siempre se puede llegar a un acuerdo con ellos. Ceder parcialmente, permitirles que incluyan algunos los temás que les cautivan (en ese minuto) en el ejercicio y alentarlos a que extraigan sus últimas consecuencias. En general, si uno logra que acaben dos trabajos, están recuperados.

Anécdotas: Aquella alumna clase sí, clase también pedía materiales sobre el siglo XX. A las pocas veces encontré un hueco y di una clase fuera de programa (hablamos del antiguo segundo de armonía) sobre el tema. La muchacha, encantada, al acabar preguntó:“¿y ahora, cómo hago para que esto suene a Barroco?”.

Alumnos: guía de avistamiento. 09— El Profesor Mary Poppins

Alumnos: guía de avistamiento” pretende ser una serie de posts humorísticos acerca de algunos de los perfiles de alumnos más notables y característicos. No se inventa ningún dato ni tipo de alumno, ni hay intención alguna de ofensa. Procuraré ir alternando perfiles de alumnos “peligrosos” con el de alumnos maravillosos. Espero que os resulte divertido

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[pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]Mary Poppins era una niñera simpática y eficaz… …pero completamente anclada en el pasado. Inapropiada para estos tiempos de Nintendo y WhatsUpp. De la misma forma, existen profesores que han basado gran parte de su efectividad y simpatía en patrones que los jóvenes ya no reconocen.[/pullquote]

Geografía: En clase, delante de los alumnos, aunque frecuentemente se sientan entre ellos. En el bar, delante de una cerveza deplorando que los niños de hoy no conozcan a los Beatles.

Hábitos: Han montado gran parte de su sistema pedagógico en canciones populares y series de dibujos animados. En su momento en funcionamiento fue espectacular, pero han olvidado que la serie “Heidi” ya no se emite por televisión, de forma que PRIMERO tienen que enseñarles la canción de la serie y LUEGO sacar consecuencias de ella. Para los alumnos a veces la cosa se les hace tan trabajosa y anticuada como aprender mazurkas como paso previo a los valses.

Etología: Son una subespecie del “profesor guay”, del que alguna vez hablaremos. Defienden la importancia de la música de cine, jazz y otros estilos que hace tiempo que han dejado de ser familiares a los alumnos y su presencia cada vez mayor en los conservatorios. A pesar del nombre de la subespecie, lo más frecuente es que sean varones.

Guía de caza: No son cazables. Los que siguen elaborando cada año materiales sobre las series y canciones que siguen estando de moda no son “Mary Poppins”, sino excelentes profesionales actualizados que no necesitan ser cazados.

Anécdotas: La anécdota más conocida es la de aquellos profesores que queriendo implantar en España el método Kodaly comenzaron por enseñar canciones húngaras a los alumnos.

La más triste, la de un profesor de solfeo que montó una fiesta navideña para los alumnos, completamente basada en canciones de los Beatles. Le vi llorar en el pasillo porque los niños no conocían ninguna canción de este grupo.

Alumnos: guía de avistamiento. 08— El alumno campana

Alumnos: guía de avistamiento” pretende ser una serie de posts humorísticos acerca de algunos de los perfiles de alumnos más notables y característicos. No se inventa ningún dato ni tipo de alumno, ni hay intención alguna de ofensa. Procuraré ir alternando perfiles de alumnos “peligrosos” con el de alumnos maravillosos. Espero que os resulte divertido

Print[pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]Les suenan campanas y no saben dónde. A veces porque, por interés sobre la música, han leído al respecto. A veces porque estudian con otros profesores o métodos que les han dicho que son mejores. Todo eso es bueno. Lo malo es que se ciegan ante la posibilidad de que las cosas no sean como ellos han leído… …o creen haber leído[/pullquote]

Geografía: Dependiendo de que esperen aprender algo de ti o de que ya hayan juzgado que sus libros o maestros son mejores, en la primera o última filas.

Hábitos: El más usual es el de NO hacer el ejercicio que les has pedido, sino el que ellos consideran que deben hacer. En general tropiezan mucho. Frases como “yo es que quería hacer una modulación sin cambiar de tonalidad” o “quería una progresión en que cada miembro fuera distinto”, son esperables y no deben hacer que uno pierda la compostura ni cambie de profesión.

Etología: Discuten continuamente. Si, por ejemplo, hablas del acorde de séptima de dominante, te dicen que estás equivocado, porque ellos han visto una vez un acorde de séptima disminuida y se comportaba de otra manera.

Guía de caza: Son difíciles de cazar. La única esperanza es que vean que a sus compañeros les empieza a salir mejor música e intenten ponerse al día.

Anécdotas: La anécdota más terrible que tengo es la de un alumno al que su profesor de solfeo consideraba genial, tanto que decidió impartirle él la armonía. El profesor en cuestión consideraba que confirmar una tonalidad a la que se ha modulado era “demasiado complicado” y se lo prohibió. A día de hoy (he visto al alumno incluso presentándose a oposiciones de armonía” el alumno sigue sin saber modular.

Más bonito y divertido es el caso del alumno al que pedí un arranque asonatado y escribió una exposición de fuga… …francamente correcta.

Nanas del Clarinete

NanaInterpretada el 7 de marzo de 2013 por Carmen Domínguez Antón, clarinete, y Vicente Fernandez Cuesta, piano. En su momento escribí sobre la obra:

“Carmen Domínguez, una espléndida clarinetista del Reino de las Tahonas Viejas, acaba de tener un niño. Ya sabéis que tengo un vicio involuntario con las nanas, así que allá va.
En este caso concreto, no me extrañaría que Carmen se enfadara conmigo: se me ha ido, como suele, el santo al cielo, y me olvidé del asunto hasta hoy mismo. Mil millones de perdones.
En lo que se enfada o no, os cuento: he hecho una melodía sumamente ornamentada, un arabesco, porque me parece que es uno de los tipos de composición en que más se luce el clarinete. El aire, vagamente español, vagamente raveliano, se debe más bien a una mezcla de la sencillez estilística que creo adecuada para este tipo de obra y a una sobreabundancia de músicas de este tipo que me toca oír últimamente por los pasillos tahónicos.
Bienvenido al mundo, Guillermo.”

Simpsonatina CON partitura

Homer_J__Simpson_playing_piano_by_TheAnonymousPoetistCon el despiste que me caracteriza, y que sólo aquellos que me conocen bien  pueden creer, he olvidado durante un tiempo increible subir, para quién así lo quiera, la partitura de la “simpsonatina”. Esto es, para los interesados, lo que en su momento escribí sobre ella. Debajo del todo podréis ver el video.

Para descargar la partitura, haz click aquí

Dentro del concepto de falsificaciones, merecen un apartado especial aquellas destinadas a una finalidad pedagógica. Os ofrezco mi Simpsonatina, cuya finalidad es la ayudar a mis alumnos a entender cómo funciona una sonata. Por lo mismo, he evitado esta vez poner rótulos indicando “introducción”, “exposición”, “primer tema”… Prefiero, ya que se lo he puesto fácil, que empleen el oído. No descarto, sin embargo, si alguien lo cree oportuno para públicos de no estudiantes, añadir esas informaciones.
El estilo es lo que yo califico de “bastardo”. Como no encuentro de ninguna utilidad práctica una fidelidad absoluta a la auténtica escritura instrumental de cada época, empleo un lenguaje clásico, pero un pianismo más bien romántico. ¡Bastante complicado es ya que aprendan a escribir para piano sin entrar en tales sutilezas!
La sonata en cuanto a tal, es clara. Los temas podrían ser mejorados, pero sólo a riesgo de perder reconocibilidad, de forma que he preferido seguir siendo pedagógico. La obra reúne numerosas, excepciones y texturas que suelen ser motivo de preguntas en el aula. Como esto no es una clase, os ahorro explicaciones detalladas.
Un último comentario: ésta es una de las rarísimas ocasiones en que me da por imitar el lenguaje tonal sin buscar un especial carácter contrapuntístico.

Alumnos: guía de avistamiento. 07— El padre gremlin

Alumnos: guía de avistamiento” pretende ser una serie de posts humorísticos acerca de algunos de los perfiles de alumnos más notables y característicos. No se inventa ningún dato ni tipo de alumno, ni hay intención alguna de ofensa. Procuraré ir alternando perfiles de alumnos “peligrosos” con el de alumnos maravillosos. Espero que os resulte divertido

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[pullquote align=»left|center|right» textalign=»left|center|right» width=»30%»]No hay que dar de comer a los gremlins tras la medianoche ni permitir que se mojen. A los padres (y madres) gremlin, no hay que darles malas noticias sobre sus hijos.[/pullquote]

Geografía: Son ubícuos. Están detrás de la puerta de tu aula (o se meten dentro), te esperan en la estación de autobús, averiguan tu número de teléfono y te llaman a altas horas de la noche. Excepcionalmente, pueden llegar a enterarse de dónde vives y esperarte por la zona. A veces daría miedo mirar debajo de la cama.

Hábitos: Gentes que, en general son probablemente sensatas e inteligentes, suelen cegarse ante sus propios hijos, y no son capaces de entender que, ocasionalmente (y en algunos casos, frecuentemente) su hijo no es el individuo inteligentísimo, guapísimo, musiquísimo y varios “ísimos” más que ellos suponen. De adoptar una conducta amable y educada pueden pasar a los peores deslices de lógica o a estar al borde de la violencia física.

Etología: Tienen la certeza moral de que tú eres incompetente en tu trabajo, porque no sabes estimular a su hijo, o no entiendes que no tiene costumbre de tomar apuntes, o no valoras el esfuerzo y te fijas sólo en los resultados. Encerrados en su monomanía son capaces de proponerte que pidas a cualquier alumnos brillante que “apadrine”, al chaval y le tome los apuntes, además de explicarle la asignatura (sic). Tienes que estar equivocado, así que son capaces de darle una propinilla al bedel para que se meta en tu clase y verifique si es verdad que su hijo no la pisa. (sic).

Guía de caza: Lo único que se puede hacer es mantenerse firme. Al cabo de algún tiempo de ver que el hijo tiene problemas con todos los profesores puede que empiecen a ver la luz.

Anécdotas: Tengo bastantes. La más bonita, la de una madre que le explica a un profesor de flauta que su hija ha estado estudiando en casa varias horas diarias… …y eso que la flauta de la niña quedó olvidada en el aula la semana anterior. La más salvaje, la de una alumna que decía suspender todas las asignaturas del Conservatorio y del Instituto por mi culpa. Al parecer le infundía tal pánico que era incapaz de concentrarse en cualquier cosa, por lo que los padres exigían la supresión de mi asignatura.