Lo aleatorio, los ríos y la mar

Creo que es una constante en la historia de la música que, cuando cambian lenguajes, los ríos desemboquen en el mar. Me explico: No pasamos de componer a una sola voz a dos, tres, etc… Muy rápidamente —de hecho con tremenda velocidad— pasamos a componer a un número indeterminado de voces —si queremos ser precisos, con una sustancia básica de cuatro partes armónicas—. De siglos de armonía por terceras, no pasamos a armonías de cuartas, quintas…, sino que muy rápidamente empleamos todo el espectro armónico. Es decir: no sustituimos un río por otro similar. sino que llegamos a mares nuevos.
El pasado siglo XX, en el que la humanidad se ha hecho más rica que en toda su historia anterior, en que la salud tanto ha mejorado, en que la calidad de vida de la que disfrutamos es tan superior —soy dolorosamente consciente de que estas ventajas aún no han llegado a toda la humanidad—, en que tanta y tan buena música se ha hecho, concluyó con acalorados debates sobre lo aleatorio. Con un margen que abarca desde el hiperprecisionismo de muchos músicos seriales integrales a piezas en que el compositor abandona toda responsabilidad sobre la obra.
Si de ríos pasamos a mares, ¿no será tiempo de abarcar todo ese campo? No de una manera ecléctica, incrustando diversas partes de aleatoreidad distinta: manejándolo de manera clara y deliberada.
Algo de esto se halla en lo último que estoy componiendo. Quizá dentro de unos meses no necesite ser tan críptico y pueda dar detalles de la técnica.

1 comentario en “Lo aleatorio, los ríos y la mar

  1. Me recuerda a lo que se propuso hacer Boulez en su tercera sonata y su símil de la ciudad y los caminos disponibles. Aunque es difícil que dos ideas aparentemente opuestas comulguen en una misma obra (estoy pensando también en Lutosławski).
    De todas formas, es interesante poder rescatar la idea de lo aleatorio. Ligeti la rechaza de plano por considerarla una pose. Claro que la música del húngaro parte de materiales muy distintos. Es difícil compaginar la música aleatoria con cosas tan específicas como la polirritmia africana o la polifonía de los músicos flamencos del renacimiento.
    Por cierto, Franco Donatoni tiene un libro en el que supuestamente se opina de ese debate entre serial y aleatorio, pero es mucho más críptico que este post 🙂

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